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viernes, 17 de mayo de 2013

La discriminación y el estigma, las principales restrincciones al acceso a servicios de salud de atención al VIH en la República Mexicana

Una gran limitación a la frecuentación de los servicios de salud en México, según el diagnóstico comunitario participativo (DCP) realizado por el Colectivo Sol, A.C., a parte de los factores de orden socio-económico o de la misma ausencia y lejanía de servicios, son sin duda el estigma y la discriminación que las personas seropositivas, por serlo o por pertenecer a las minorías sexuales, al sentirse avergonzadas por haber tenido sexo con una persona del mismo sexo físico, han experimentado, y que se traducen por el auto-aislamiento, el silencio, la huida de los servicios de salud. 

En este sentido, uno de los colectivos más vulnerables, más aún que los gays bien asumidos y de masculino parecer, es el de los llamados VSV (varones que tienen sexo con hombres), es decir, en inglés MSM, machos who have sex with machos; también "HSH" en español, que están en el closet de forma total o casi total, es decir no asumen públicamente su orientación, gustos, y prácticas homoeróticas y no se identifican con lo gay.

A menudo, no quieren evocar sus relaciones con otros hombres, y según nos reportarón los participantes del Diagnóstico Comunitario Participativo, la verguenza les aleja de los centros de detección del VIH-sida, de las pruebas, hasta de los condones y les silencia, impidiéndoles compartir su diagnóstico positivo e información. 

Veamos por el ejemplo cómo reaccionan cuando se les diagnóstica positivo:

 
Las respuestas se pueden (y se suelen) sumar, y se retro-alimentan a menudo las diversas prácticas que llevan del estigma al descuido de la salud, y hasta a la muerte. Arrellano (2005) ya había identificado este fenómeno entre varones VSV, siendo el estigma un factor de vulnerabilidad, de autoexclusión y rechazo de los servicios médicos o de los tratamientos, de descuido, que puede llevar a la muerte del individuo

También hemos podido constatar, en México D.F. (Boivin, 2013) y en el resto del país, que los mismos lugares más citados para el ligue y la práctica del sexo son también los más mencionados entre los espacios de discriminación, violencia física y violaciones de los derechos humanos. Ave de México constata este fenómeno: las detenciones arbitrarias, los demás abusos policiales, los delincuentes y los agresores se concentran en donde socializan, ligan y se divierten las minoría sexuales.
Esto ultimo evidencia 1) la importancia del ligue en lugares oscuros, apartados, desconocidos o invisibles para muchos, que permiten conservar el anonimato y tener, a la vez, relaciones "en público" ; 2) la asociación entre los lugares públicos o privados de ligue y sexo entre varones (clubs, casitas, baños, saunas, plazas y Alamedas...) y la ausencia de condones y lubricantes, o de tiempo para usarlo; 3) que la segregación comercial gay y la visibilidad, en condiciones en las que no exite libertad real para expresar una orientación sexual o identidad de género minoritaria o diferente, no hacen sino reforzar y atraer la homofobia. 

Además, 4) pone de manifiesto que los varones y las transexuales socializan y tienen sexo en espacios públicos porque, precisamente, se alejan de la mirada de la familia, y por lo tanto de su hogar y zonas en donde pueda ser conocido: todo ello le lleva a silenciar sus relaciones a sus más cercanos, y a implicarse en situaciones de riesgo y vulnerabilidad: lugares peligrosos, confianza en personas desconocidas, relaciones sexuales en espacios alejados e inseguros, y falta de preparación, tiempo y disponibilidad para hacer uso de los condones.

La asociación entre discrminación, peligro y el espacio público se debe, también, por la alta frecuencia de abusos de los propios policías, agentes judiciales del Ministerio Público, y guardias privados en el Metro, la calle y las plazas publicas (Boivin, 2013), a la salida o en las cercanías de algún bar, pub, baño, frecuentado por personas no heterosexuales.

El Informe especial sobre las violaciones de los derechos humanos LGBT en la ciudad de México, Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, descria, a través de las diversas denuncias de personas LGBT del sistema judicial del D.F, así como quejas directamente interpueStas ante la Cdhdf en 2006-2007, este panorama: son los prestadores de los servicios de seguridad y justicia quienes ejercen las más numerosas violencias, y las más graves, entre las minorías sexuales. Sus operativos y las detenciones arbitrarias se realizaban principalmente en Zona Rosa y la Alameda. 


La discriminación por homofobia se acrecentó terriblemente en los primeros años de "aparición" del SIDA, ya que se asociaba homosexualidad y seropositividad, y al revés, se pensaba que el SIDA era la enfermedad que contraían los "homosexuales" y gays por su modo de vida y prácticas sexuales - y por lo tanto, que sólo la contraían "ellos", los gays liberados y asumidos. (ver el libro de Miguel García (2009) sobre la discriminación institucional hacia los gays y HSH, por los prejuicios hacia sus prácticas.).

Todavía persiste en el discurso médico,
cuando menos en las prácticas del sistema de salud mexicano (o francés o español, los tabúes, en relación a la sexualidad masculina, siempre están limitando), esta idea de que hay algo sucio en el sexo homosexual, y más aún si sus prácticas se consideran "promiscuas". Rehazo, homofobia, discriminación...peor: negligencia que acaba con el silencio de la muerte...como murió de SIDA, nunca hay responsables, se acaba callando, el dolor impide a los amigos, a las familias, entender y reconocer que eso pasó por...discriminación y homofobia.

Los mismos gays tan liberados en la Colonia Condesa en la ciudad que se asumía - sin comprometerse - gay friendly luego son los primeros en silenciar sus prácticas más oscuras de encanallamiento en los alrededores de Garibaldi y por envidiar a la vez la vida romántica y arreglada de la vecina, casada, con hijos perros y deudas hasta el cuello entre el coche y del departamento reformado en pleno barrio nice y postwanabe. 

El estigma 1) aleja a los individuos de los servicios médicos y del cuidado, de la información y de la prevención, en especial a los que no asumen públicamente su orientación o prácticas sexuales, 2) pesa en su reacción produciendo auto-estigma y auto-exclusión, incluso fuga en algunos individuos; soledad y mayor riesgo y vulnerabilidad, cada gesto de abandono sirviendo de abono para acrecentar el estigma en la gente cercana o ya no tan cercana (la sombra del SIDA aleja a cualquiera), y para dejar al retrovirus instalarse y dominarnos.

Muchos no acuden a los servicios especializados para la atención de VIH-sida, o llegan tardiamente, por razones ligadas al estigma, el sentimiento de verguenza, el miedo, la no aceptación. 

La falta de conocimiento del individuo se suma a la falta de información o difusión de los servicios, por lo mismo que las campañas son escasas o mal orientadas. 
La discriminación del personal, su homofobia y sus prejuicios hacia las prácticas y estilos de vida de las minorías sexuales, a su vez, alimentan el alejamiento de los centros de salud, y el ciclo se cierra con la muerte silenciada por los padres, los hermanos y los amigos, ya que el estigma sigue matando toda resistencia, insibilizando las lágrimas y el dolor. 

Llama la atención, finalmente, que en un país en donde, se supone, los tratamientos y los servicios médicos para las personas con VIH o SIDA, son gratuitos y garantizados, todavía tantos participantes citen, entre las razones que dificultan o impiden el acceso a centros especializados (CAPAzITs) raazones que se vinculan con la ausencia de recursos económicos o de Seguro Social, y especialmente que la referencia "No cumplen con los requisitos/la lentitud del protocolo, etc" aparezca entre las primeras citadas por los participantes del DCP. 

Todo parece indicar entonces que si las barreras socio-económicas han sido eleminadas por las nuevas legislaciones para el acceso a la protección integral de la salud las personas infectadas por el VIH-sida, las que quedan e impiden ejercer en la práctica de la persona seropositiva tal derecho a la protección integral, son las que vienen dadas por la discriminación y la estigmatización del propio personal de los servicios de salud.

Mientras, en RicVic seguiremos muriéndonos gritando que tenemos derechos, y que ninguna letra del alfabeto vendrá a uZurparlos. 

Reno* 







  • La última crónica de un sociólogo francés rechazado por la Clínica (especializada) Condesa.
  • ¿Por qué huir (y no volver) a la Clínica Condesa?
  •  Salida a la Clínica Condesa
  • Petición Pública a la Marquesa Andrea
  • Carta Desesperada al Secretario de Salud del D.F.
  • Quejas en CONAPRED
  • El relato de los hechos  
 
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Con-Textos:

El Colectivo Sol A.C. realizó el DCP con 22 organizaciones en el país, se pueden consultar los informes metodológicos y de hallazgos en su biblioteca virtual

Este texto forma parte de la serie "Estudios de RicVih", en donde iremos recabando y sintetizando la información de investigaciones y estudios sobre VIH-sida, población vulnerable, así como referencias sobre políticas públicas de salud relacionadas. Las entradas de la serie vendrán clasificadas con la etiqueta "Estudios".  

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